miércoles, 21 de febrero de 2007

SESENTA CHICOS DE TODO EL PAIS LA SORPRENDIERON EN PALERMO


Mercedes Sosa se emocionó con una serenata sorpresa

¡BRAVO!
Así saludó Mercedes Sosa al grupo de jovenes folcloristas argentinos. Después soltó una lágrima.


En una productora de televisión de Palermo, Mercedes Sosa se sintió ayer por un rato como en el Norte argentino, donde vive todavía la costumbre de la serenata. Unos 60 chicos y adolescentes, llegados de distintos lugares del país y coordinados por Raúl Carnota, la sorprendieron cantándole "Tonada de un viejo amor", poesía de Jaime Dávalos, música de Eduardo Falú. "Bravo, bravo, bravo", dijo ella desde el balcón y los sorprendió con un pedido: "¿Qué otra saben?". No habían preparado ninguna otra, pero improvisaron bien.

La serenata a la gran figura del folclore argentino fue una suerte de homenaje que preparó el programa "MP3. Música para el Tercer Milenio", que conduce Bahiano por Canal 7. Un homenaje y un festejo por el primer año al aire del programa.

"El programa apunta a retratar el pasado, el presente y el futuro de cada estilo musical. En lo referente a los chicos, no hace una búsqueda de talentos, sino que busca a quien siendo un artista defienda lo suyo. Fuimos a las distintas regiones, pero para darle esta sorpresa a Mercedes hicimos venir a los chicos acá", contó Luciano Olivera, productor del ciclo.

Acordeón a piano de Corrientes, violín de "Los Mishquis" de Santiago y guitarras varias llegaron de las provincias. Los chicos se instalaron en el Cenard y tuvieron un ensayo con Raúl Carnota, muy respetado por los chicos .

De Tierra del Fuego estaba Lucía Boffo, 16 años, interesada en el folclore, pero más en el jazz. Ella entonó "Barro tal vez", de Spinetta, y "Parte del aire", de Fito Páez. Uno de los más chicos, sino el más chico, era Carlitos, 12 años, de "Los Hermanos Ortiz", grupo de Baradero que se presenta como "folclore auténtico".

Todos se "escondieron" en una esquina mientras Bahiano entrevistaba a Mercedes Sosa. En un momento el músico-conductor le preguntó si le gustaban las serenatas. Cuando dijo sí, las ventanas se abrieron y Mercedes se encontró con el grupo que pisaba la calle empedrada. Mercedes, como hace siempre, los acompañó, primero a capella.

"Se hacen en el Norte todavía, en Cafayate, pero en el Sur, no, y menos con esa belleza de voces", los halagó mientras se enjugaba una lágrima. Luego les pidió: "¿Qué más van a cantar?". Carnota los sacó del paso con una zamba que sabemos todos: "Luna tucumana", de Yupanqui.

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