martes, 13 de febrero de 2007

Fiesta Nacional de la Manzana Con Mercedes Sosa


Un cierre espectacular para la mega fiesta

Un cierre espectacular tuvo anoche la Fiesta Nacional de la Manzana, con la actuación de Mercedes Sosa y el Chaqueño Palavecino, ante una concurrencia superior a las 90.000 personas.

Nada pudo ser mejor, entre el tiempo, esta vez benévolo, la dulzura de Mercedes Sosa en cada estrofa, y la energía del Chaqueño en cada interpretación, contagiando al público de una mezcla de sensaciones.

Roca.- Un cierre espectacular tuvo anoche la Fiesta Nacional de la Manzana, con la actuación de Mercedes Sosa y el Chaqueño Palavecino, ante una concurrencia superior a las 90.000 personas.

Nada pudo ser mejor, entre el tiempo, esta vez benévolo, la dulzura de Mercedes Sosa en cada estrofa, y la energía del Chaqueño en cada interpretación, contagiando al público de una mezcla de sensaciones.

Así cerró la Fiesta, prometiéndose desde la organización que el año que viene será mucho mejor, y con predio propio.

Pasadas las 22, fue una ovación la que recibió a "la negra", quien desandó poco más de una hora de un show mágico, con mucha conexión con su público, interpretando un repertorio con sus clásicos.

Horas antes, en la conferencia de prensa desarrollada en un hotel céntrico, destacó que viene recuperándose de problemas de salud, pero siempre mirando hacia el futuro.

En el escenario, supo mantener la atención de la multitud, que la aplaudió en cada instante en que quedaba un espacio para hacerlo.

Así fue como llegó otro momento mágico. Subió al escenario El Chaqueño, y juntos interpretaron un tema que provocó el delirio de la multitud. Se produjo el encuentro que antes no se había concretado, y que sí se hizo realidad en la Manzana 2007. Dos de las principales figuras del folclore, juntas.

Todo para un cierre de la primera parte del espectáculo con una alta carga emotiva.

Luego, llegaría el momento de la mayor energía. Fue la que transmitió El Chaqueño Palavecino desde los primeros acordes de la primera interpretación, ante un predio en el que ya no cabía nadie más. Mucho público terminó siguiendo el espectáculo desde la ruta y cuanto rincón hubiera.

Fueron dos horas de mucha "onda" entre el público y el artista. Aplaudir a rabiar, soltar gritos contenidos, revolear pañuelos, agregar carteles, bailar, corear cada canción. Todos aditamentos que se reprodujeron con mucha fuerza, como quizás no ocurrió de igual manera en las noches anteriores de la Fiesta.

El Chaqueño sabe del contacto con la gente, y con un sólido manejo del escenario, no dio chances a que nadie se quedara parado.

Terminó recibiendo regalos regionales, y prometiendo volver.

Al final, el cielo del predio se convirtió en una variedad multicolor, con un espectáculo de fuegos artificiales que quedará grabado en la retina de muchos.

Se fue la Manzana 2007, la fiesta que duró, por esas cosas del destino, seis días y no cinco, y que, por esas cosas del destino, tuvo un cierre mucho mejor al que se había siquiera pensado. ¡Hasta la Manzana 2008!

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